Los malestares físicos, mentales y emocionales nos obligan a realizar un cambio en nuestros hábitos; con el fin de que les prestemos atención concientemente.
Las crisis, los cambios y las transformaciones suelen se dolorosas y tendemos a evitarlas; pero es uno de los mecanismos que utilizamos para nuestro crecimiento personal.
Mediante las terapias de contacto apoyamos estos procesos y logramos transitarlos para alcanzar una mejor calidad de vida y sentirnos plenos en el camino personal.